Tus manos acarician mi rostro, cierro los ojos para poder notar tu respiración más dentro de mi. No quiero abrirlos quiero quedarme así, sabiendo que tú estas ahí y no con ella. Los abro y tú sigues hay pero aún así el miedo sigue apoderando mi cuerpo, ¿por qué tener miedo? Tú y yo la ecuación perfecta. Segundo a segundo te acercas y en el momento en que nuestro labios se juntan volamos como si lo que esta a nuestros pies fuese nuestro. Ahora no quiero cerrar los ojos, quiero ver como el mundo nos observa, a ti y a mí, juntos, sintiendo el roze de las nueves en nuestros brazos.'No me sueles' susurré. No dijiste nada, el miedo vuelve o simplemente nunca se había ido. Son segundos lo que me separan de ti y me hacen caer, chocarme contra algo que duele, la realidad. He aprendido la lección, la próxima vez volaré yo sola sin nadie al que llorar por la noches, ¿pero y si tú eres las alas que me elevan?
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