Te necesito.

No sé que tienes que me produce necesitarte todo el tiempo, a veces escucho algo que solías escuchar cuando aún podíamos mirarnos y odio como mi cuerpo pide que estés aquí, conmigo. Cuando llega el momento de coger el móvil y marcar tu maldito número, al que solía llamar todos los días, mi cabeza dice que no, que no puedo caer otra vez, pero ¿si aún sigo abajo? y ¿si aún no me he podido levantar después de todo este tiempo? Quedarte quieta con el móvil a punto de marcar y pensar ¿puedo caer tan bajo? Entonces no puedo evitarlo, en 5 segundos oiré tu voz ¿es posible? Pasa, a lo mejor es que el destino ha escrito que no podía escucharte una vez más pero cuando me dispongo a colgar algo suena, tú. Preguntas quien es, no me salen las palabras, quiero decirte tanto, ¿donde están esas malditas palabras? Cuelgas y por última vez vuelvo a querer oírla, a necesitarte.